Más de mil días han transcurrido desde que tres camionetas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Tamaulipas y 3 camionetas del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) de esa entidad persiguieron hasta dar alcance a dos vehículos en donde viajaban 17 personas migrantes y dos mexicanas (presuntos coyotes), para detenerlos, torturarlos, asesinarlos –algunos con tiro de gracia–, les prendieron fuego y luego manipularon la escena del crimen y desaparecieron parte de la evidencia, buscando simular un evento distinto y evadir su responsabilidad.