Desde 2010 ha habido 22 casos de personas asesinadas en la frontera, presuntamente, por agentes migratorios de Estados Unidos. Hasta ahora los involucrados han sido investigados, pero ninguno ha sido consignado.
Fuente: Animal Político. 18 de diciembre de 2013. Tania L. Montalvo (@tanlmont)
Pese a que desde 2010 han muerto 22 personas a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza, no se tiene registro de que algún agente haya sido sancionado por los hechos y sólo hay constancia de una investigación que cumplió un proceso en instancias federales, según reportes de organizaciones civiles y una recomendación de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En octubre de 2012, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) presentó ante la ONU un reporte sobre la situación de los derechos humanos en la frontera, en el que concluyó que los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) “sistemáticamente hacen uso excesivo de la fuerza, incluyendo fuerza letal y mortal y esos abusos no son objeto de una mínima investigación y rendición de cuentas”.
Según la ACLU —organización civil encargada de defender y preservar derechos y libertades garantizadas en la Constitución estadounidense—, los “tiroteos mortales a cargo de la Patrulla Fronteriza ocurren con alarmante frecuencia”, sin que ello se traduzca en investigaciones o sanciones.
Por ello, la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos urgió al gobierno de Estados Unidos a que en 2013 se realizaran las investigaciones correspondientes por el asesinato de migrantes a manos de la Patrulla Fronteriza, sin que hasta la fecha se tenga noticias del avance en los 22 casos ocurridos desde 2010.
En noviembre de este año, la cadena de televisión estadounidense Univisión transmitió un reportaje del periodista Enrique Acevedo en el que dio cuenta de que de 2010, a la fecha, 10 mexicanos han sido asesinados, presuntamente, por la Patrulla Fronteriza. A la ausencia de agentes consignados por estos hechos, se suma la “suave reacción” de la Cancillería mexicana ante estos ataques a sus ciudadanos.
Sergio Hernández Güereca, un precedente
La muerte de Sergio —un joven mexicano de 15 años que falleció en 2010 bajo el puente Paso del Norte, en Ciudad Juárez, por un disparo de un agente de la Patrulla Fronteriza— dio origen a las recomendaciones de la ONU para investigar todas las muertes de migrantes en la frontera.
Según la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y otras organizaciones civiles en defensa de los derechos de los migrantes como Alliance San Diego, no se conocía investigación sobre el caso de Sergio hasta que el Departamento de Justicia estadounidense inició su propia indagatoria tras una denuncia de la familia Hernández Güereca contra el gobierno de ese país.
Éste es el único caso conocido de una investigación concluida contra un agente de la patrulla fronteriza que asesina a un migrante, aunque al dar a conocer las conclusiones, un juez decidió que la demanda no procedía porque el joven falleció por heridas que recibió en territorio mexicano; mientras que el departamento de Justicia dictaminó en abril de 2012 que el oficial “no actúo de manera inconsistente con las políticas y entrenamiento de la CBP —que incluye a la Patrulla Fronteriza, pero también a los agentes de aduanas— sobre el uso de la fuerza”, pues respondió a un ataque con piedras a cargo de Sergio.
Este caso —que culminó sin sanciones— es uno de los ocho ocurridos desde 2010 en donde los agentes de Patrulla Fronteriza argumentan el uso de la fuerza por haber sido atacados con piedras.
Animal Político buscó a la oficina de Relaciones Públicas de la CBP y a la secretaría de Prensa del Departamento de Seguridad Interna para conocer cuántas investigaciones han realizado por la muerte de migrantes en la frontera a manos de agentes de la Patrulla Fronteriza, sin que haya habido respuesta.
“Siempre atacan en grupos de 10 o 15”
En septiembre de 2013, de la oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Interna se emitió el informe CBP Use of Force Training and Actions to Adress Use of Force Incidents, tras una solicitud en el Congreso para revisar los abusos contra migrantes.
En ese documento, se emitió una recomendación para fortalecer el entrenamiento en derechos humanos de los agentes, pero también se solicitó llevar un registro preciso de los incidentes en los que ha habido uso excesivo de la fuerza, pues hasta ahora, la Oficina de Aduanas y Fronteras sólo tiene un catálogo de “mala conducta”, en el que incluye denuncias por uso excesivo de la fuerza, abuso de autoridad, discriminación, entre otros.
Sin embargo, en la oficina del Inspector General se hizo un calculo con el que se prevé que de 2007 a 2012 ha habido mil 896 denuncias por uso de fuerza de agentes contra migrantes, de las cuáles, se determinó que en 63% hubo un “posible” uso excesivo de la fuerza, en 26% no hay conclusiones certeras y en 11% no hubo abuso.
El vocero de la Patrulla Fronteriza en Arizona, Andy F. Adame, dice que cuando muere un migrante en la frontera el caso se investiga, sin embargo, aclara que no tiene información sobre agentes consignados porque esos procesos se llevan a cabo en instancias judiciales.
“Nosotros podemos usar nuestra arma cuando nuestra vida está en peligro, la de otro agente está en peligro o la de un inocente. Es cierto que puede ocurrir durante un ataque con piedras que es muy peligroso, siempre atacan en grupos de 10 o 15 y suelen ser una estrategia para poder pasar droga”.
Los datos del Departamento de Seguridad Interna indican que la forma más frecuente de atacar a los agentes de la Patrulla Fronteriza es con rocas. En el año fiscal de 2011 el 35% de las veces los agentes “tuvieron” que responder con fuerza letal y en 2012 en el 23% de los casos.
Daniel Alfaro, encargado de proyectos de la organización civil Alliance San Diego, dice que el argumento de que los agentes deben defenderse de los ataques con rocas “es débil”.
“Es un acto de guerra disparar en la frontera contra migrantes bajo el argumento de que les avientan piedras. Responder de esa forma es un claro abuso de autoridad y una violación a los derechos humanos”.
¿Y el gobierno de México?
La Secretaría de Relaciones Exteriores no respondió a la petición de información sobre la asesoría y el papel que ha tenido la Cancillería en los casos de mexicanos muertos en la frontera a manos de la Patrulla Fronteriza.
En comunicados sobre mexicanos que fallecen en la franja que divide al país de Estados Unidos, la SRE insiste en que “para el gobierno de México es prioritario prevenir la violencia fronteriza y asegurar que en ningún caso se recurra al uso excesivo de la fuerza en tareas de control migratorio”.
De las 22 personas que han sido asesinadas en la frontera desde enero de 2010 a la fecha, once son mexicanos, de dos se desconoce nacionalidad, dos son guatemaltecos y el resto estadounidenses.
En ocho casos, los agentes han argumentado el uso de fuerza letal porque las víctimas les lanzaban piedras. De ellos, está el caso de un estadounidense y el resto son mexicanos, incluido Sergio Hernández Güereca.
Los otros mexicanos son:
-José Antonio Elena Rodríguez. El mexicano de 16 años falleció en Nogales, Arizona, en octubre de 2012 cuando recibió 10 balazos por la espalda. Los agentes dijeron que fueron atacados por rocas, aunque testigos mexicanos dicen que el menor iba caminando por la calle.
-Guillermo Arevalo Pedroza. El mexicano de 37 años falleció en septiembre de 2012 cuando celebraba el cumpleaños de su hija en un picnic en Río Grande, cerca de Nuevo Laredo. Recibió dos balazos cuando agentes dispararon contra un grupo que lanzaba piedras.
-Juan Pablo Pérez Santillán. En julio de 2012, el mexicano de 30 años recibió un disparo cuando agentes de la Patrulla Fronteriza reportaron que había hombres tirando piedras en la zona de Río Grande y haber visto que uno de ellos iba armado.
-José Alfredo Yáñez Reyes. En junio de 2011, el hombre de 40 años estaba sobre un árbol del lado mexicano cuando recibió un disparo. Agentes de la Patrulla Fronteriza dijeron que habían detectado a un grupo que estaba arrojando piedras y palos.
-Ramses Barrón Torres. El joven de 17 años falleció en enero de 2011 cuando trepaba la barda fronteriza y recibió un balazo por la espalda. La Patrulla fronteriza argumenta que los agentes dispararon contra un grupo que lanzaba piedras, la familia dijo que intentaba visitar a su novia en Arizona.
-Jorge Alfredo Solís Palma. En enero de 2010, un grupo de agentes comenzó a perseguir a tres hombres, argumentan que dispararon contra el mexicano de 28 años cuando amenazó con lanzar rocas.