A 14 años de la desaparición de nuestros seres queridos, del 21 de marzo de 2011, nuestro caso sigue sin avances y con graves violaciones a derechos humanos.
A pesar de que desde el primer día no hemos dejado de buscar y exigir a las autoridades, pareciera que para ellas somos solo un expediente más, un número más entre tantos casos sin resolver.
Fuimos y seguimos siendo las mismas familias quienes tuvimos que aprender sobre derechos humanos, cómo hacer búsquedas en campo y en vida, y cómo solicitar acceso a nuestros propios expedientes para dar seguimiento a la búsqueda e investigación, porque las instituciones han sido omisas. Pero pareciera que las autoridades solo quieren estar detrás de un escritorio, recibiendo un sueldo, sin esforzarse por realizar el trabajo que les corresponde.
Este hecho demuestra que las autoridades no tienen la capacidad ni el interés para continuar con las investigaciones.
Recientemente, el Comité contra las Desapariciones Forzadas emitió varias observaciones, entre ellas la Observación General número 1, relacionada con la desaparición forzada en el contexto migratorio. Juan Pablo Albán, quien estuvo de visita en México, resaltó la importancia de garantizar los debidos procesos.

Sin embargo, el Estado mexicano no ha respondido a estas recomendaciones y cada día las familias nos encontramos en mayor vulnerabilidad, pues nuestra salud sigue siendo un factor que limita nuestra capacidad para seguir buscando y exigiendo justicia.
La omisión de las autoridades nos obliga a convertirnos en buscadoras, cuando ellas deberían salvaguardar la integridad de nuestros seres queridos. Nos volvemos todólogas, no tenemos derecho a enfermarnos porque tenemos que estar bien para continuar exigiendo justicia.
En enero, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) respondió a una nueva queja que presentamos, afirmando que no hay graves violaciones a los derechos humanos en el caso de San Luis de la Paz. Nos señalaron que la queja debía presentarse de manera más detallada, ya que la CNDH no logra dimensionar adecuadamente cuál es nuestra solicitud. Es lamentable que sigan vulnerando nuestro derecho a la verdad, a la justicia y a las garantías de no repetición, porque la fragmentación de nuestro núcleo familiar jamás será reparada.
En días pasados, la presidenta Claudia Sheinbaum, con motivo del hallazgo de un campo de exterminio en Jalisco, se pronunció sobre la problemática de las desapariciones en nuestro país. Es la primera vez desde que asumió el cargo en octubre de 2024, que habla de este tema en su tribuna más grande: su conferencia matutina.
Esperamos que la próxima vez que se pronuncie sobre el tema, sea para dar avances concretos, con la certeza de que, como lo dijo ella misma: “Nunca ocultaremos nada. La verdad debe prevalecer siempre. En mi gobierno no habrá construcción oscura de verdades históricas, nunca; desde el gobierno no se tolerará la construcción de verdades a medias o falsedades. Siempre estaremos con la verdad y con la justicia”.
SIN LAS FAMILIAS NO
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