A 10 años del hallazgo de los torsos de 49 personas –43 hombres y 6 mujeres– en el municipio de Cadereyta, en Nuevo León, México, solo se han identificado a 18 de las 49 víctimas. A la fecha, no hay sentencia por los hechos ni se ha aclarado dónde y cómo las víctimas fueron privadas de la vida. Tampoco se han localizado los restos faltantes de las víctimas.